jueves, 11 de febrero de 2016

The Revenant

Este año Iñárritu vuelve a parir película para Óscar, como ya hizo el año pasado con Birdman, protagonizada por Michael Keaton. Al parecer quiere alcanzar a John Ford con sus dos Óscars consecutivos en la dirección, sinceramente, no creo que esté todavía a la altura.

El mexicano nos ofrece ahora, una historia de superación (que algunos quieren entender como reinvención del western) protagonizada por Leonardo DiCaprio, que para sorpresa de todos, vuelve a estar nominado un año más para mejor actor  en los Óscar (esperemos que su compañero de aventuras de superación, Mat Demon no de la sorpresa con la que nadie cuenta y se lo lleve). El otro actor que hay que destacar, y que yo en este caso pongo por encima incluso que DiCaprio, es el también nominado Tom Hardy que lleva todo el peso de la película al protagonizar el 90% del poco diálogo que nos ofrece Iñárritu junto con Mark L. Smith (guionista que conozco gracias a mi obsesión con el terror, ya que escribió Vacancy y su respectiva precuela) en su guión, que por otra parte no tiene nada de destacable, excepto algún jadeo.

En el aspecto de fotografía hay que aplaudir al compadre de Iñárritu, Emmanuel Lubezki que tiene una amplia retahíla de nominaciones (y premios ganados, como el Óscar a la fotografía de Gravity, arrebatado de las manos a Phedon Papamichel por Nebraska) entre ellos el Árbol de la Vida, Meet Joe Black, Y tu mamá también, Birdman o The New World entre muchos otros títulos. Unos colores y una luz pensados que se desenvuelven con mucha gracia y que aportan un aura exquisita. Básicamente fue trabajo de Lubezki transportarnos al 1823.


La interpretación de DiCaprio vuelve a ser brillante, con una mirada y unos gestos que remueven hasta lo más interior, mientras que Tom Hardy se hace con el papel del antagonista, creando una batalla de roles  y de gigantes muy interesante, y digna de destacar. Es la historia del hombre como salvaje, que puede con todo lo que se le venga encima (como en Marte, pero bien hecho) y de la cual se pueden sacar muchos trasfondos (del que seguro hay uno patriótico por parte del director). Visto lo visto, con el resto de nominaciones a mejor actor, sin duda debería llevárselo DiCaprio, aunque para mi gusto, esta no es la mejor película por la que ha estado nominado, quizás aquí esté entrando en juego el gusto personal.

Como director, Iñárritu a mí me ha perdido esencia. No reconozco al creador de dos de mis películas favoritas: Amores Perros y 21 Gramos. Lo único que veo es bastante ruido, y una gran superproducción, en la que menos mal que tenemos aspectos como la fotografía y las interpretaciones que son las que nos dan las nueces, si no, me temería una decadencia. Espero que en la próxima película el mexicano consiga volver a conectar con el público del que últimamente se aleja más y más en su aspiración de ascender a genio, y alejarse de las masas.

jueves, 4 de febrero de 2016

Carol, una visión de Todd Haynes.

Este director para mí ha puesto una guinda dorada con Carol. Protagonizada por dos brillantes protagonistas Catte Blanchet (ganadora de 2 Óscar por Blue Jasmine y por The Aviator) y Rooney Mara a la que han desterrado a la nominación de actriz  de reparto, y aún me pregunto el motivo.

Más allá de eso, lo que hay que destacar es que ambas se salen. Lo de Catte Blanchet ya estaba asegurado, con grandes papeles, incluso con el mismo director en su curiosa película del 2007 I`m Not There (biopic de Bob Dylan). Pero Rooney Mara, con sus pequeños papeles, a excepción del papel protagonista en el remake de Fincher de la saga Millenium, me suscitaba algunas dudas, aunque su gracilidad y frialdad siempre me habían transmitido unas muy buenas sensaciones (en algunas apariciones como en Her)

A parte de estas dos grandes actrices, tenemos a la incansable Sarah Paulson que sigue dando guerra con sus pequeños pero grandes papeles.

Si hay que destacar, destaquemos que Todd Haynes mantiene una estructura y un ritmo durante toda la película admirable. No cunde el pánico, se toma su tiempo, nos lo cuenta con paciencia y calma, lo que a algunos les podría parecer lento,  a mí me parece que lo que ofrece es una historia que hay que disfrutar, con una ambientación espectacular y una fotografía impecable. Además, la banda sonora se acopla a cada momento, propiciando todo ello, momentos exquisitos. No hay mucho más que decir, si bien la única crítica negativa que se me puede ocurrir es que la película puede no transmitir las sensaciones que pretende a un público generalizado porque los diálogos están directamente adaptados del libro (en un muy buen guión adaptado) y quizás a nuestro modo de entender las relaciones más propio de una posmodernidad muy acusada pues se escape.