jueves, 12 de noviembre de 2015

Scream Queens: Un delicioso absurdo.

Para mi primera serie a comentar he escogido Scream Queens, que aún no ha terminado su primera temporada, y lo que me lleva a pensar que quizás me esté precipitando. A lo mejor tendría que comentar Fargo, que se ha vuelto mi serie favorita (que hasta ahora había sido Breaking Bad) pero en lugar de hacer un comentario sobre Fargo y mi admiración hacia esta serie hablaré de Scream Queens que sin duda tiene mucho de cultura popular.

Ryan Murphy a mí me cae bien. Creó Glee (adolescentes se han vuelto locos viéndola, sobre todo en Estados Unidos) que tuvo muchos errores pero que yo reconozco que me tragué prácticamente entera a pesar de que en ocasiones era infumable, luego metió la mano en el bolsillo y se sacó American Horror Story ( de la que reservaré un espacio íntegramente para ella más adelante ) que tuvo temporadas realmente buenas, y por último, mezcló las dos y se sacó Scream Queens de la manga aprovechando el tirón que tuvo Scream, la serie (decepcionante) en MTV. 


Desde luego no se puede decir que sea terrorífica, pero es que tampoco lo pretende. Ryan Murphy tiene mucho de crítico e irónico, y yo se lo valoro. Conoce el género, sabe como darle la vuelta, sabe como burlarse de todo y del público, y sobre todo sabe aprovecharlo para que te eches unas buenas risas. No vamos a destacar a Ariana Grande o Nick Jonas porque está claro que se puede entender como una especie de efecto torrente sin sentido, teniendo en cuenta que Ariana Grande tiene lo mismo de actriz que yo. Pero lo que sí vamos a destacar es el humor ácido y absurdo. La locura es máxima y las referencias son exquisitas.

Jugamos a reírnos de la cultura popular, desde Sturbucks, pasando por Taylor Swift (o más bien el fenómeno fan incondicional), hasta la propia muerte, dado que los personajes, fruto de esa apatía del siglo XXI (que ya rezumaba en Scream, la saga de Craven) ni sienten ni padecen por los demás, a veces parece que ni por ellos mismos. Se preocupan por su apariencia física, la estética es tan fundamental como absurda, y desde luego, también nos burlamos del morbo humano que nace del mundo del crimen y del asesinato. Además de todo esto, cogeremos a Jamie Lee Curtis y le daremos una velta a todo lo que hio por el género de terror. Combo perfecto sin ninguna duda. Yo, amante del terror y de la referecia a la cultura pop la recomiendo, aunque hay que advertir que su absurdo no es apto para todos 

martes, 10 de noviembre de 2015

Pride!

A Mathew Warchus lo recordamos de una película como poco, dudosa: Círculo de engaños, en la que llamaba la atención Sharon Stone. Sin embargo no me meteré en este film algo cutre y esquemático.  Lo que nos ocupa hoy es Pride!

Pride! Es una película británica protagonizada por Ben Schnetzer, Monica Dolan, George Mackay, Bill Nighy, Andrew Scott… En general artistas jóvenes que reconocemos de pocas obras, pero que defienden unas interpretaciones interesantes en este caso. Aún así, la película no gira en torno a la importancia de los personajes, porque no hablamos de complejas personalidades, si no de una historia en tono comedia dramática, basada en hechos reales. En 1984, con Margaret Thatcher como primera ministra, sucede una huelga de bastante importancia en la política británica protagonizada por el sindicato de mineros y apoyada por el colectivo LGTB.

Lo curioso de este film es como se suceden los hechos, y como sectores tan distintos se pueden unir contra una injusticia que no es común pero que si abre brechas sociales importantes ante un sentimiento de desigualdad que sí lo es. Se trata de una película con un esquema clásico, que no se complica pero que tiene trazas singulares. No tiene metáforas, ni técnicas rebuscadas, es el hecho de narrar una historia tal y como sucedió, y que a día de hoy aún levanta ampollas.

Con momentos bastante curiosos y cómicos se impone en una historia bien elaborada y emotiva que esconde un final moral interesante, pero que por desgracia cae en tópicos dentro de los propios colectivos. Aún con esto, no se le pude pedir que no lo haga porque dado el año en el que está ambientado, y su necesidad por narrarlo con “realismo” caeríamos en incoherencia si no lo hiciera.

Para mí es una película emotiva, aunque simple, con unos trazos muy interesantes y unos diálogos y situaciones curiosas y cargadas de sensibilidad, que no se le puede pedir menos. Puede caer en tópicos como ya he dicho antes, y en una narración un tanto basta, pero se le agradece que no caiga en el drama fácil como lo hacen muchas películas de discriminación social, cuando sobre todo narran situaciones reales o temas biográficos. La recomiendo para quien se inicie en este tipo de cine y le apetezca pasar un buen rato, aunque no esconde demasiada complicación.

domingo, 1 de noviembre de 2015

La Cumbre Escarlata o como Guillermo Del Toro nos vuelve a hablar de fantasmas.

Dentro de los tópicos más tópicos de la historia del tópico se mueve la última película de Guillermo Del Toro protagonizada por Mia Wasikowska (Stoker), Jessica Chastain (Interestellar, El Año Más Violento) y Tom Hiddleston (más conocido como el hermano malo de Thor). Hay que decir lo primero que Jessica Chastain se sale. Se come la pantalla y realiza una interpretación exquisita y con una soltura abrumadora. Lo siguiente es que a mí Mia Wasikowska, a pesar de las muchas críticas que puede suscitar, me gusta. Me gusta su interpretación fría y sus gestos impasibles que rozan la indiferencia  y la apatía, y de nuevo, en esta película, me gusta como aborda al personaje protagonista y como le da vida. El que menos me llamó la atención fue Tom Hiddleston que no es para nada brillante, pero tampoco incorrecto (el clásico ni fu ni fa)

Sin duda nos movemos en un universo que Del Toro conoce y domina, y del que parte de una base muy sencilla y simple: los fantasmas existen. Es una película en forma de cuento gótico, espeluznante y grotesco, sumergiéndonos en escenarios totalmente fríos (literalmente incluso) y fuera de la lógica humana. La trama es simple, es una trama que ya conocemos y que nos hace volver a las historias clásicas de fantasmas. Se trata del espíritu anclado a un evento, o a un lugar que quiere que se sepa la verdad de lo que sucede y para ello se comunica con la protagonista por medio de mensajes típicos: apariciones, aullidos, llantos... Algo muy similar a lo que sucedía en El Espinazo del Diablo (que los que la hayan visto se darán cuenta de la cantidad de guiños que el director le dedica en La Cumbre Escarlata), para mí la mejor película del director (y sí, El Laberinto del Fauno la estoy contando)

En este film conviven todo tipo de historias que son conocidas para el espectador, y los personajes son fusiones de personajes que ya conocemos (Jane Eyre, las historias de Poe, el terror y el suspense clásicos...) pero todo ello cohesionado y reformulado de una manera bastante poética, con una fotografía estimulante y una paleta de colores que realmente dan a conocer un increíble diseño de producción. Lo peor, sin duda es el guión, que no es nada brillante y que si lo fuera podríamos haber tenido otro de esos monólogos únicos con los que Del Toro termina sus películas. Desde luego crea una atmósfera única, con una historia típica.